Vivimos bajo un régimen político y un sistema económico basados en el ilusionismo. A los ciudadanos españoles y europeos se nos hace creer a través de la propaganda y la desinformación que somos libres y vivimos en una verdadera democracia. A través de la criminalización del disidente y la discriminación de todos aquellos discursos y modelos que no siguen la doctrina económica dominante, se nos hace creer que vivimos en el mejor sistema posible. Y si la realidad se empeña en demostrar lo contrario… pues se manipulan los datos para que el efecto ilusorio mantenga a la población expectante e ilusionada con la llegada de una mejoría que nunca se producirá más allá de su imaginación.
Bajo esta premisa ilusoria, como por arte de magia, desde
Bruselas pretenden maquillar el fracaso de las teorías económicas neoliberales. El gobierno títere de Rajoy y otros gobiernos europeos pretenden ahora cuadrar las cuentas de los Estados incluyendo actividades ilegales como la prostitución, el tráfico de drogas o el contrabando entre las variables para calcular el PIB de los Estados. Estos
«cambios metodológicos y estadísticos» no sólo son un ejercicio de absoluto cinismo e hipocresía sino que suponen una burda manipulación que no puede ocultar el fracaso económico de las
«políticas de austeridad». El paquete de medidas neoliberales que se han impuesto para «salir de la crisis» han incrementado el déficit público, la deuda exterior, el desempleo y la pobreza entre las clases populares. Ahora, frente a la evidencia empírica y la cruda realidad palpable en el día a día de las clases más humildes, pretenden mejorar esas cifras con una descarada manipulación estadística. Puro ilusionismo que se desvanecerá muy pronto, cuando estalle
la siguiente crisis que está ya a la vuelta de la esquina.
También como por arte de magia, en España se nos pretende imponer de nuevo un Jefe de Estado que nadie ha elegido excepto las élites económicas a las que representa la monarquía. El truco consiste en presentarnos este relevo en la cumbre como un elemento natural de nuestra democracia que cuenta con un amplio consenso político y un mayoritario apoyo popular. Y lo hacen además invocando aquella inmodélica y desequilibrada Transición que convirtió mágicamente a los criminales fascistas en demócratas de toda la vida. El PSOE, uno de los trileros protagonistas en esta función, contribuye al espectáculo ilusionista haciéndonos creer que se puede ser republicano al mismo tiempo que se apoya la perpetuación de una anacrónica y antidemocrática monarquía. ¿Y por qué no? Llevan años haciéndonos creer que se puede ser al mismo tiempo socialista y capitalista, obrero y neoliberal, laico y sumiso ante la Iglesia, de izquierdas y sumiso ante el capital, patriota y entregar la soberanía nacional a los mercados financieros, defensores de los Derechos Humanos y miembros de la OTAN… Todo es puro ilusionismo.
En
política internacional los medios de comunicación convierten también como por arte de magia a los «rebeldes sirios» en peligrosos «yihadistas». Durante tres años estuvieron mintiendo sobre lo que estaba ocurriendo en
Siria llamando «rebeldes» a grupos terroristas como los miembros del
Estado Islámico de Irak y Levante (una facción de Al-Qaeda), entre otros muchos mercenarios patrocinados por las «democracias» occidentales y sus aliados en la zona. Ahora que estos yihadistas derrotados en Siria han decidido atacar al Estado títere de Irak – controlado por EE.UU para robar su petróleo – los medios de comunicación y gobiernos occidentales nos alertan de su peligro y condenan sus «actos terroristas». [leer
Agresión de Estados Unidos, Francia y Arabia Saudita contra Irak]
Algo similar ocurre en
Ucrania, donde un descarado golpe de Estado ejecutado por la extrema derecha fascista y mercenarios pagados en dólares, fue convertido en una «revolución popular», una nueva
revolución naranja nacida del pueblo. En estos mismos momentos, la Junta neonazi de Kiev colocada en el poder por EE.UU con el apoyo de la Unión Europea, está bombardeando a la población civil en el este de Ucrania, incluidos hospitales y colegios. Sin embargo, en este mundo de fantasía donde la realidad se puede moldear al gusto del consumidor, los neonazis que asesinan inocentes se convierten en legítimos y democráticos gobiernos aliados que luchan contra la (inexistente) invasión imperialista de Rusia. Gracias a la magia de la televisión las bombas incendiarias (posiblemente fósforo blanco) que caen sobre la población civil se convierten en un festival nocturno de fuegos artificiales que decoran e iluminan el cielo de Slaviansk (
ver vídeo).
También los golpes de Estado «suaves», injerencias extranjeras violentas, o guerras de invasión en Oriente Medio y África son ocultadas tras el telón de las «revueltas populares» para transformarse después en unas coloridas y dulces «primaveras árabes». El imperialismo criminal con epicentro en Washington convertido en desinteresadas «intervenciones humanitarias» que la opinión pública consume con entusiasmo. ¡Pasen y vean!
Y qué decir de
Venezuela, por ejemplo, donde la grupos golpistas de extrema derecha que han provocado 42 muertos (entre ellos 10 policías) y más de 800 heridos (273 funcionarios), y que han causado millonarios destrozos en el país (incluidos centros de salud incendiados, universidades, estaciones eléctricas, trasporte público, supermercados, edificios públicos, etc.) son convertidos por los magos de la
comunicación política en «pacíficos estudiantes» (aunque el 92% de los detenidos no son estudiantes y que 58 sean mercenarios extranjeros) y los dirigentes políticos golpistas son definidos como luchadores por la libertad y la democracia, a pesar de que estos mismos dirigentes políticos estarían en la cárcel si hicieran lo mismo en EE.UU o en Europa (leer
Si la oposición venezolana fuera francesa,- del profesor Salim Lamrani). Para la historia de las infamias pasará ya aquella imaginaria
foto de Hugo Chávez en la mesa de operaciones que fue portada del diario El País. Pasadas unas horas la portada desapareció como por arte de magia. [ver más datos en este
comunicado de la Embajada de Venezuela en España]
Todo esto y mucho más sólo es posible de la mano de los grandes prestidigitadores políticos y mediáticos dominantes. Los grandes poderes económicos financian esta ceremonia de la confusión. Los ciudadanos ocupan impacientes y crédulos sus asientos. Que continúe el espectáculo.
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Con respecto a: «El truco consiste en presentarnos este relevo en la cumbre como un elemento natural de nuestra democracia…» decir que no veo que se le pueda llamar democracia a una monarquía, como tampoco a cualquier república.
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Me gusta vuestra web que recién ahora conozco, pero:
– Acabo de realizar un comentario y no va a verse hasta su aprobación.
– Además de que arriba a la derecha salen vídeos que inician automáticamente, cosa que cuando abro diez pestañas desde Bamboo Feed Reader me ralentiza un montón la navegación, además del tiempo que conlleva el pararlos uno a uno a medida que van cargando.
Solución a lo segundo, abrir las páginas de una en una, aunque no me guste mucho. A lo primero el no volver a comentar, porque si por ejemplo quiero remitir a mis comentarios a medida que voy leyendo desde Google + o Twitter, mediante selección de pantalla que los recojan, no me es posible y entre otros motivos es por ello me abstendré de realizar más comentarios.
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