Sería conveniente para una mejor salud de nuestras sociedades que en lugar de hacer el ridículo más espantoso colocando la bandera de Bélgica (anteriormente fue la de Francia) en nuestros perfiles de las redes sociales o de que repitamos como obedientes borregos el eslogan «todos somos Bruselas», los ciudadanos occidentales tratáramos de informarnos mucho mejor sobre el verdadero origen de estos actos terroristas sucedidos en Europa y de la trayectoria de sus crueles ejecutores, para evitar así que los cómplices occidentales de estos terroristas yihadistas (que en Siria son definidos como «rebeldes») y sus aparatos de propaganda manipulen nuestros sentimientos en favor de sus intereses geopolíticos y económicos.
¿Acaso no tienen el mismo valor las víctimas inocentes que mueren en Siria a manos de sus mercenarios, que las víctimas inocentes asesinadas en los países occidentales a manos de estos mismos «rebeldes moderados»?
Si repasamos brevemente nuestra historia más reciente, podemos observar cómo la propia Europa sufrió en sus carnes estos métodos criminales utilizados por EE.UU. para derrocar o impedir que lleguen al gobierno aquellas fuerzas políticas que pueden poner en peligro su hegemonía y dominio global. En esto consistió la red Gladio (organismo dependiente de la OTAN) puesta en marcha por los servicios secretos de EE.UU. que apoyándose en diferentes grupos terroristas de corte neonazi llevaron a cabo múltiples actos terroristas de bandera falsa en distintos países europeos (a partir de 1970 principalmente), y que eran posteriormente atribuidos a las organizaciones de izquierdas para impedir que partidos comunistas o socialistas llegaran al poder en Europa. La propia Bélgica, Alemania, Italia, España, Portugal, Grecia, Dinamarca, Noruega, etc. son algunos de los países donde EE.UU. aplicó el terror para alcanzar sus objetivos geopolíticos y económicos. Algunos especialistas como el historiador suizo Daniele Ganser* han escrito detalladamente sobre este tema [4].
– Con su discurso fomentan la islamofobia (en Madrid la extrema derecha atacó con bengalas una mezquita al grito de «Hoy Bruselas, mañana Madrid») ya que presentan su «lucha contra el terrorismo como una guerra global entre Occidente y el Islam, eludiendo de esta forma sus responsabilidades y extendiendo las culpas al «mundo islámico» en general. En realidad los datos tumban este perverso planteamiento: según Global Terrorism Basadate, entre los años 2000-2014 el 87% de todos los atentados de corte yihadista en el mundo se produjeron en países de mayoría musulmana. Casi 9 de cada 10 víctimas eran musulmanes.
– Más gasto militar, más represión policial y judicial, más vigilancia y más violaciones de nuestra privacidad, más recortes de libertades en las «democracias» europeas. Un permanente estado de shock que produce en los ciudadanos una parálisis que les impide rebelarse ante las imposiciones de las clases dominantes [5].
– Y más militarización y más guerras imperialistas en Oriente Medio y norte de África para mantener con vida las insostenibles economías occidentales y el actual orden mundial con epicentro en Washington/Wall Street.
Algunos «halcones» neoliberales, analistas a sueldo y think tanks de las grandes corporaciones ya están pidiendo a gritos de nuevo una intervención directa de la OTAN en Siria (y de paso en Libia) ahora que sus «rebeldes moderados» han perdido la guerra frente a Damasco y sus aliados, y que la Rusia de Putin les ha ganado sobre el terreno y ha dejado al descubierto la hipocresía de USA/OTAN en Oriente Medio.
Estos atentados en Bruselas, como los anteriores, no han hecho más que acelerar la implementación de esa agenta oculta, que por desgracia contará con el visto bueno de unas sociedades occidentales atormentadas por el miedo y manipuladas por la enorme desinformación que difunden los grandes medios corporativos, que ejercen como reproductores de la ideología que propaga el poder económico occidental. Mientras tanto la izquierda parlamentaria europea (salvo algunas honrosas y desapercibidas excepciones), así como algunas ONGs, grandes sindicatos y otros sectores «alternativos» y «progresistas», se suman al consenso político creado artificialmente en torno a la «lucha contra el terrorismo» que encabezan, precisamente, los mayores patrocinadores del terrorismo internacional.
REFERENCIAS – NOTAS
[4] Dossier con varios artículos de Daniele Ganser sobre la red Gladio en Europa, publicados por Red Voltaire
[5] Documental La Doctrina del Shock, basado en el libro La Doctrina del Shock: el auge del Capitalismo del Desastre (2007), de la periodista e investigadora canadiense Naomi Klein.
Excelente artículo, claro y preciso, me ha encantado leer la verdad, por dura que es, el dossier sobre «La red Gladio» me hace entender de donde viene todo en la vieja y sucia Europa.
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Ces attentats de Bruxelles comme le 11.9 complot des franc maçons sioniste contre l'islam avec la complicité de leurs moyens d'information pour éviter ces criminels et leurs marionnettes Daech Qaeda Boko Haram Gia Aqmi a l'enfer aux non musulmans de se convertir a l'islam aujourd'hui parce que le chef de ces criminels satan est mort lors de glissement de terrain d'Azazga en Algérie Mars 2012 ces séismes en Maroc c'est la fin du monde les signes de la fin du monde en islam sont terminer the end.
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